Historias con sentimientos, 1#

Primer día de clases en la secundaria, Poncho mira a la niña nueva, se llama Elisa, y al instante se siente atraído por ella. Cuando trata de acercarse a ella, Elisa siempre lo evita. Pero él insiste para poder llevarse bien con ella. Sin embargo, por su mala actitud hacia los chavales del instituto, y por su amabilidad con las chavalas.Noemi, la amiga de Poncho, cree que Elisa es un

poco extraña y piensa lo más obvio acerca de ella, cree que es lesbiana. En la secundaria no lo saben, pero Elisa guarda un secreto que nadie debe saber. Aunque para todos en el instituto, algo es seguro: algo raro tiene Elisa.

Poncho, consigue tener la confianza de Elisa, y en ese momento, le pregunta si es cierto, que es lesbiana...

Elisa se molesta con la pregunta, se siente ofendida, dice que no le gustan las mujeres, pero que mucho menos los hombres, y corre llorando hacia su casa. Cuando llega, lo primero que hace, es ver a Sofía, la bebé de casa.

La mira detenidamente, se asusta, ya que no respira, y empieza a ponerse morada.

Salió corriendo hacia el hospital, en el camino se encontró con Poncho, él la acompañó. Cuando ya estaban allí, estaban muy impacientes, por saber como se encontraba Sofía, pero al poco tiempo el médico le dijo que la bebé ya estaba a salvo. En ese momento, llegaron los padres de Elisa, le echaron la bronca, ella se sintió muy mal, no era su culpa, no había hecho nada. Poncho intentó convencer a los padres de Elisa, que era cierto, que ella no era la culpable de lo que le había pasado a la bebé. Pero ellos, no le hicieron caso...

Como de costumbre, Elisa, salió corriendo para desahogarse, y Poncho la siguió. 

Se pararon en el parque, allí Elisa lloraba desconsoladamente, Poncho intentaba consolarla, pero resultaba bastante difícil. Al final, Elisa, le confesó la verdad. Le dijo que Sofía era su hija, y no su hermana. Que era el fruto de una violación, que ocurrió hace un año, cuando volvía a casa, después de hacer un trabajo con una amiga. Desde ese día, sus padres decían sentirse avergonzados de su hija, diciendo que los había traicionado, echándole así, la culpa de la violación. Sus padres, no la apoyaron, lo único que habían decidido, es ocultar que Sofía era su hija, diciendo así, que era su hermana. Pero a pesar de todo lo ocurrido, Elisa quería a su hija, ya que admitía, que la pequeña era la menos culpable de todo aquello.

Poncho se sorprendió mucho, pero Elisa pensó que después de saber la verdad, dejaría de ser su amiga. No fue así, Poncho le dijo que así, la quería más, que contase con su apoyo, siempre. Que jamás la abandonaría.

Elisa cogió fuerzas, y aceptó la ayuda que su abuela le había propuesto desde hace mucho tiempo, aceptó marcharse lejos, y dejar a sus padres, e irse con su pequeña Sofía.

Los padres se pusieron en contra, pero la abuela los amenazó con denunciarlos, y es así, como cedieron entregarle a la niña.

El tiempo pasó, y Poncho iba muy a menudo a visitar a Elisa, en ocasiones solo, otras con su madre.

Elisa encontró el apoyo de sus padres, que necesitó y que no tuvo, en su abuela, y Poncho.