sábado, 25 de agosto de 2012

Quien sabe si con el tiempo...12#


Estela decidió salir a la calle, a despejarse un rato, a ver si se encontraba a alguien con quien poder hablar. Se le ocurrió algo mejor que eso, llamar a Jordi. Estaba decidida a pasar el mayor tiempo posible con él, sin importar el lugar ni el momento.
Y así lo hizo, volvió súper tarde a casa, y sus padres la estaban esperando despiertos, con una mezcla de preocupación y cabreo. Estela pasó de ellos, solo les dijo que había estado con Jordi, y que se fuesen acostumbrando a verla llegar a esas horas, hasta el día que se vayan a California. Nunca antes le había hablado así a sus padres, era la primera vez, y en cierto modo, ellos la entendían, estaba pasando un mal momento, se podía decir que era su primer amor, y encima, acaba mal, por culpa de la puta distancia!



Estela llevaba la cuenta de los días que quedaban para irse a California, para volver, quién sabe cuándo… quedaba exactamente un mes, se iría el 12 de septiembre, tenía 31 días, para pasar junto a Jordi. 31 días para estar con el amor de su vida, para demostrarle todo lo que significaba para ella, para hacerle saber, que pase el tiempo que pase, y los separen los kilómetros que los separen, su amor por él, no cambiaría.
Por otra parte, Jordi tenía pensado hacer lo mismo que Estela, pero de otra manera diferente. Quería estrenar su cámara nueva, y con esa excusa se harían fotos a más no poder, y luego, las colocaría cada una de ellas en un bonito álbum digital, en el que también pondría algo de palabrerías, para que quedase más bonito.
Cada día iban a un lugar diferente, pero siempre, con la intención de convertir ese día, en algo inolvidable.
Poco a poco, Estela se iba poniendo más y más triste… el día de irse, cada vez, estaba más cerca. Y no quería eso, no quería separarse de él, pero tenía que hacerse la idea, de que tal vez jamás lo volviese a ver. Le costaba lo suyo, pero siempre sacaba fuerzas para animarse, y asimilar el futuro que le esperaba, pero sabía que dentro de poco no habría manera de ocultar toda esa tristeza que llevaba dentro, que el momento en que reventase, no habría quien la ayudase a encontrar la calma.
 



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