Los
saludó muy educadamente, parecían súper simpáticos. Realmente lo eran, dejando
que su hijo, llevase a una amiga que no habían visto nunca, a la playa, durante
una semana.
La
pequeña Aurora, era muy cotilla, no dejaba de hacerle preguntas. Y al igual que
sus compañeros de clases, decía que ella y su hermano eran novios, y que se
querían. Jordi y Estela sonrojaron como de costumbre. En ese momento, los
padres los miraron, y no sabían que hacer, así que se pusieron a mirar por la
ventanilla.
Hubo
un largo momento de silencio. En eso, Jordi y Estela se pusieron a hablar, pero
no muy alto, pues a los dos les daba vergüenza. La madre les dijo que podían
hablar con total tranquilad, que hiciesen como si estuviesen solos. Pero eso no
podía ser así, Aurora se metía en la conversación cada dos por tres,
preguntando cosas absurdas. Estela no
tenía mucha paciencia que digamos, pero siempre le han conmovido los niños más
pequeños que ella. Cuando era pequeña odiaba que los mayores se sintiesen
superiores, y por eso, siempre le hacía caso a los pequeños.
En un
pequeño descuido, Jordi agarró la mano de Estela, ella lo notó, miró su mano, y
luego lo miró a él, y sonrió. Jordi hizo lo mismo.
Jordi
fingió que ya estaba harto de tanto viajar y que estaba muerto de sueño, pero
era absurdo, llevaban tan solo 45 minutos de viaje. Le preguntó a Estela si
podía apoyarse en su hombro, para intentar dormir un rato. Estela no pudo
negarse. Jordi se apoyó en el hombro de Estela, y le susurraba al oído: “Te
quiero, sabes que eres la mejor”. Ella lo miraba, y sonreía, le decía que
dejase las tonterías, y que se durmiese. Él no le hacía ni puñetero caso, al contrario,
estaba más despierto que nunca, tocándole el pelo, acariciándole la cara
dulcemente, y susurrándole palabras bonitas, Estela cada vez estaba más roja.
Después
de una hora de viaje, hicieron una parada en un restaurante, Jordi acompañó a
Estela al baño. En el restaurante había mucha gente, y tuvieron que pasar,
empujando a la mayoría. Cuando salieron, Jordi se apoyó fuertemente sobre los
hombros de Estela, ella le dijo que se estuviese quieto. Jordi se puso en
frente de ella, prohibiéndole el paso. Estuvieron así, unos diez minutos,
cuando ella intentaba pasar, él la agarraba, y la abraza fuertemente. Todo
ese tonteo fue muy bonito, hasta que llegó Aurora, gritando que ya se iban.
Buen texto guapa,Una historia muy bonita,sigue asi!
ResponderEliminarUn besito,Muack!
http://enendele.blogspot.com.es/
Muchas gracias! :D
ResponderEliminarun besitoo<3