Quien sabe si con el tiempo...2#

A la mañana siguiente, sin pensárselo dos veces, Estela empezó a hablar con Jordi. Y así, todos los días, cada día hablaban más y más. Se contaban cosas, que por parte de cada uno, nunca le habían dicho a nadie. Todas las noches se acostaban bastante tarde, sobre las dos o tres de la madrugada.

Estela ya estaba pensando que la gente estaba tardando en pensar mal, y en inventarse cosas que no son, demasiado tarde para pensarlo, ya lo estaban haciendo.

Corrían los comentarios de que estaban saliendo, que se tiraban hasta las tantas hablando, que estaban de rollo, y que dentro de poco, serían novios.

Jordi y Estela lo estuvieron hablando, y los dos estuvieron de acuerdo en no hacerle caso a los demás, pues los dos sabían a quien quería el otro, y que lo que realmente había entre ellos, era una amistad sincera, de esas que ya quedan pocas, pero que los demás piensan que son extrañas, ya que se dan entre una chica y un chico.

Se podía decir que había un tanto de amor extra por parte de cada uno, pero que ninguno notaba, pues lo veían normal, ya que se contaban todo, y siempre se apoyaban.

El tiempo pasaba, y su amistad iba a más. Pero como siempre, la gente y su cizaña,  lo estropearon.

Estela estuvo pensándolo durante un tiempo, y sí, por culpa de los demás ella y Jordi se estaban separando, y cada vez hablaban menos. Le dolía mucho, porque no quería perder, a ese amigo, que tanto le importaba.

Aún así, decidió dejar las cosas tal y como estaba, para ver si él por su parte, decidía hacer algo…

De vez en cuando hablaban, pero ya no como antes, ahora lo hacían de una manera más seca, más distante. Y en ocasiones hasta por obligación, porque tenían  que hacer un trabajo juntos, por ejemplo. En ocasiones Estela se moría por salir corriendo a abrazarlo, como antes, o simplemente despeinarlo, en muestra de cariño. Pero no podía, ya nada era como antes, y temía que se lo tomase a mal, y que las cosas se pusiesen de color de hormiga. A pesar de todo, muy de vez en cuando ella le decía que lo quería, pues necesitaba soltarlo, lo echaba de menos.